Silvia Ramos recolectora de Palpalá
¿Agentes de cambio o precariedad laboral?
Transformando desechos en oportunidades
Por Ana Carolina Gimenez Abregú y Pamela Flores
1 de julio de 2024
-Desde cuando comenzó esta tarea y porque
Bueno yo comencé esta tarea hace más de 15 años capaz 20, antes lo realizaba en capital, en San Salvador, ahora lo hacemos acá en Palpalá porque no tenemos un vehículo como para irnos más allá, por lo que nosotros optamos por quedarnos aquí a trabajar.
-¿Es rentable este trabajo? ¿Recibe un sueldo? o pagan cada vez que entrega todo el material recolectado.
Si, si nos pagan, pero la verdad que no es muy rentable, es como una ayuda, como que te dan algo de dinero, pero no es rentable como para decir que es un sueldo del que podemos vivir, no. Yo tengo otro trabajo aparte, me puedo ayudar un poco más, aunque ahora en estos tiempos acá ya esta muy difícil, ya no se encuentra la misma cantidad de antes, es decir si yo antes salía a las 5 de la mañana y estaba hasta las 8 por lo menos, recorría los mismos barrios que recorro hoy, que son unos 5 o 6 barrios, recolectaba mucho más, ahora la gente no está consumiendo, entonces no se consigue mucho ahora.
¿Pudo observar o cree que cada vez hay más gente que se dedique a esto?
Sí, hay mucha gente ahora más que antes, que busca, aumentó la demanda, pero es poca la oferta. Se aumentó mucho, nos avisaron que van a bajar a la mitad del precio, van a bajar el precio para pagar, porque hay muchos, estas empresas recicladoras tampoco están pidiendo mucho, ese problema estamos teniendo ahora.
Cuando realiza esta tarea de recolección, se encuentra con más varones, mujeres? ¿Son más los jóvenes, los mayores?
Hay más personas mayores, jóvenes hay pocos, el resto somos personas ya mayores, hay personas mas grandes que yo.
Sabe o conoce algún caso de alguien que sí lo tenga a este como único trabajo y sea esta la fuente principal de ingreso para sustentar a su familia?
No conozco, si se que hay jubilados, hay hombres que están jubilados y se dedican a juntar los cartones y las botellas o las latas.
Al momento de retirar los cartones ¿Sucedió alguna vez algún conflicto con los recolectores de basura? Y con la municipalidad, hay alguna limitación por parte de las autoridades para realizar esta tarea?
Para mí no hay ninguna, por ejemplo a mi me respetan son muy compañeros, también juntan, yo tampoco peleo con ellos así que esta bien, si nos organizamos, los días que yo no puedo salir, por enfermedad de algún familiar, yo les aviso para que trabajen bien y dejen limpia la ciudad, si hay veces que me dejan las botellas, porque a veces cambian los muchachos, entonces yo les digo no voy a salir y se llevan todo.
¿Qué expectativas a futuro tiene con respecto a este trabajo? ¿Le ofrece un crecimiento laboral y personal?
Sería si lindo hacer algo, yo pensaba en una fundación, para que estemos y nos respeten más, porque en la calle, hay gente muy atrevida, gente ignorante, entonces generalmente cuando uno empieza en este trabajo tenés que tener un autoestima muy grande porque te dicen muchas cosas feas, te hablan mal, te insultan, pero a mí me gusta, me gusta el trabajo, si se ganaría un poquito más bueno optaría por este trabajo, es un trabajo lindo pero te buscan a veces pelea en la calle. Después si hay que salir temprano porque en algunos barrios el recolector pasa temprano y en otros tarde, hay que ganarle al recolector. Sería bueno concientizar a la gente de que esto es un trabajo, concientizar, pero bueno el gobierno municipal no hace nada para concientizar a la gente de eso, no somos valorados, el trabajo del recolector no es valorado.
UN TRABAJO DE RESISTENCIA
La crisis avanza por las calles cada día y deja sin la principal fuente de materiales a las y los mal llamados “cartoneros” que en realidad son recuperadores urbanos. La caída del consumo afecta directamente a este sector que trabaja en el reciclaje urbano.
Cada vez, como nos comenta Silvia, hay más gente que se dedica a esto, salir a las calles en busca de cartones, botellas y latas. Esta es una salida laboral rápida pero incluye muchos sacrificios e inconvenientes.
Por la falta de empleo no sólo en la provincia, sino a nivel nacional, cada vez hay más personas que encuentran en este trabajo un ingreso que quizás no sea para muchos de ellos una elección, sino una salida para ganarse el sustento de cada día.
Hay a nivel nacional cooperativas de recuperadores urbanos, movimientos de trabajadores excluidos(MTE). Todos estos núcleos de organización se formaron en torno a la defensa de estos trabajadores, en la provincia se encuentra una Federación de Cooperativa Integradas de Jujuy. Paradójicamente, este trabajo surgido de la necesidad de los sectores sociales más vulnerables vino a componer y formar una nueva relación entre ellos y la conciencia ambiental. Siendo estos el primer eslabón en la cadena del reciclado, cumplen un rol fundamental en el cuidado y conservación de la tierra.
Es de vital importancia reconocer estas tareas como un empleo formal. Se necesitan más iniciativas para formalizar su situación a través de las cooperativas impulsadas por políticas públicas.
UNA VISIÓN A FUTURO
A pesar de los obstáculos, Silvia no se rinde. Tiene en mente crear una fundación de reciclaje en Palpalá, una iniciativa que seguramente podría transformar la recolección en una actividad más organizada y valorada. Sin embargo, para que esto sea posible, es necesario el apoyo y la concientización de la comunidad y el gobierno jujeño.
Si bien se avanza en algunos logros laborales, falta a nivel provincial más organización y reconocimiento por parte de las autoridades, al servicio que brindan a la comunidad estos trabajadores en el que construyen ambiente y comunidad.
La historia de Silvia Ramos es un reflejo de la realidad de muchos recolectores urbanos. A pesar de las dificultades, su dedicación y visión hacia un futuro más sostenible y organizado demuestran la importancia de su trabajo. Es hora de que la sociedad y las autoridades reconozcan y apoyen a estos héroes anónimos que día a día luchan por un mundo más limpio.
Esta actividad nacida de la marginalidad, crece en momentos de crisis. A una mayor conciencia ambiental se suma el entender que lo que para muchos es basura, para otros es el sustento de una familia. Les resta seguir luchando, para lograr visibilidad y conquistar derechos para fortalecer la actividad.
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